En algo más serio (muy serio)
El gobierno federal mexicano, firmó un acuerdo que permite a una minera canadiense la explotación de 22 minerías a cielo abierto (practica que genera severos daños al ecosistema), en una zona que cuenta con el decreto de Área Natural Protegida, tiene una alta presencia de especies endémicas y es considerada "Área de Importancia para la Conservación de Aves" (AICAS).
Además, estas 6 mil 377 hectáreas concedidas a la corporación canadiense se encuentran a dos kilómetros de la zona sagrada para los indígenas Huicholes, Wirikuta. Las comunidades Huicholas de Nayarit y Durango han expresado su rechazo a los trabajos de explotación en el Cerro Quemado o Wirikuta, que afectaran la ruta sagrada que cada año recorren y pueden afectar a las comunidades cercanas en el suministro de agua, y por lo tanto al cultivo.
En latinoamérica, el año pasado al menos cinco opositores contra los proyectos canadienses de explotación minera, fueron asesinados (uno en México). Para los gobiernos latinoamericanos, en todo el espectro de izquierda a derecha, el dinero producto de estas inversiones, resulta muy atractivo.
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